Génesis del Minicampa

(por Ema G. para generacionplus) En el principio creó David un minicampamento. Y dijo David: “¡Que haya luz!” y nombró al minicampa Reconexión. Y dijo David: “No es bueno que Ezequiel juegue solo”; entonces le dio a Vanesa para que fuese su oponente. Desde entonces, no pudo el varón pasar a la mujer que le marcaba. Y todos estaban felices por lo que estaba sucediendo, y reían a una voz. Y vio David que Vanesa era buena defendiendo.

Mas entonces hubo una gran sequía y el hambre sacudió la tierra. Hubo uno que imploró: “El pan nuestro de cada día dánoslo hoy”. Y le fue concedido. Desde ese día, ese varón no se separó del pan; puso nombre a cada tira de pan; Cathy y Mimi las llamó. Y vio David que esto era bueno. Esta era la mañana del primer día. Y los animales paseaban por los alrededores. Mas algunos no podían distinguir entre los hombres y aquellas bestias, confundiéndoles los nombres.
La paz reinaba en la tierra. Las aves daban cántico, los caballos galopaban, las flores decoraban el lugar, y el amor inundaba los corazones de algunos. Y nuevo mandamiento dio David a todos, diciendo: “Si debiereis decir cosa alguna a vuestra prójima, esperad hasta el amanecer para hacerlo.” Y hubo lamento y clamor por este nuevo mandamiento, difícil de cumplir. En aquellos días se podía ver por doquier a muchos contando las largas horas que restaban hasta el alba. Este fue el fin del primer día.

A la mañana del segundo día, se podían ver los rostros desfigurados de varones y mujeres cuyo primer aliento era semejante al hedor de cadáver. Se podían ver grandes bestias de muchos cuernos y cabellos huracanados. Al desayunar, lo devoraban todo cual león hambriento que no se compadece de su presa.

Este segundo día fue similar al primero. Todos jugaban, reían, hablaban, en fin, disfrutaban. Y si se quisiera contar todo lo que sucedió en el minicampamento, no cabrían los libros en el mundo entero para hacerlo.

Y vio David que el minicampa fue bueno, y todos felices dieron voces de júbilo cuando al fin de los tiempos supieron que volverían a sus hogares, con sus duchas calientes y su abundante comida.

Este es el relato del Génesis del Minicampa Reconexión 2007.