9 de diciembre de 2007

Apurados

Lee el Salmo 90

Una carta que deje a mi esposo sobre la almohada, hace un tiempo, decía así: “Amor: te escribo esta cartita para agradecerte un par de cosas, que en el apuro de la vida uno no alcanza o se olvida (es increíble pero cierto)”. Esto me hizo pensar por unos días que en el trajín diario, cansador y desgastante, dejamos a un lado tantas cosas de valor: el agradecer, el dar un beso, el escuchar con atención al otro, el decir "te quiero", y tantos otros detalles importantes. Vivimos nuestros días apurados, con compromisos de una punta de la ciudad a la otra, llenándonos de obligaciones. Pareciera que esta forma de vida esta de moda… pero… ¿es necesario vivir así?... ¿vale la pena?... ¿¿se puede hoy en día tener una vida mas tranquila, sin tantas ocupaciones??

Moisés, en esta oración reflexiona justamente sobre la brevedad de la vida del hombre: dice que es como un sueño, dura lo que dura una hierba que rápidamente hace su proceso y luego es cortada, hasta que finalmente se seca … y deja de ser; dice, además, que terminamos como un pensamiento y que pronto pasamos y volamos.

En contraposición a esto, desde el verso 1 al 4 detalla la eternidad de Dios y Su fidelidad de generación a generación. Los tiempos cambian, la vida cambia, el mundo cambia y nosotros cambiamos, pero Dios se mantiene siempre igual tratando de llamar nuestra atención. (Ver vrs.4).

El meditar en lo acotado de la vida, nos lleva a tomar conciencia de lo que realmente es importante. Cuantas cosas debiéramos dejar de lado y a cuantas otras tendríamos que dedicarle tiempo y prestarle más atención (cosas chiquitas pero muy valiosas!).

En su oración, Moisés pide: “Enséñanos de tal modo a contar nuestros días que traigamos al corazón sabiduría”.

Cuando contamos (números) para realizar un calculo matemático estamos atentos, pendientes de la cuenta, tratando de no perdernos. Es mas, una vez que tenemos el resultado, lo verificamos realizando nuevamente la operación. No podemos estar distraídos para hacer una cuenta… es imposible!! En otras palabras, Moisés le decía a Dios. “Enséñanos a ser concientes y a estar atentos cada día, a pensar en lo corta que es la vida, para que traigamos al corazón sabiduría”.
La vida es tan corta que es preciso vivirla sabiamente, y en la juventud esta idea es fundamental. En esta etapa ya no soy un niño, ahora soy conciente de lo que quiero para mi vida, puedo conseguir cosas tan solo con esfuerzo (en una carrera o en un trabajo), además, voy a ir definiendo mi personalidad y voy a pensar en que futuro quiero. Mis desiciones, mis logros, mis aspiraciones en esta etapa, mis relaciones interpersonales repercutirán positiva o negativamente en mi futuro, y por ello es que necesitamos la sabiduría de Dios. El quiere un futuro de éxito para vos, de felicidad, de aciertos, y esto comienza a forjarse en la juventud!

El versículo 14, nos muestra cual es la forma de obtener sabiduría para vivir la vida: “De mañana sácianos…”. Encontrate con Dios cada mañana. Antes que nada… tenes que ver a Dios. Si tenes un monton de cosas que hacer en el dia, (te repito) primero encontrate con Dios!. Pedile ayuda y sabiduría para enfrentar ese dia y vas a ver que el tiempo te rendira mas, que lo que tenes que estudiar se fijara mas rápidamente, que en el trabajo las cosas te saldrán mejor, que las relaciones con las personas serán mas lindas y que el día se lo vive mejor disfrutándolo y no esperando que termine! Te vas a dar cuenta que ahorras mucho mas tiempo invirtiendo 15 o 20 minutos de la mañana en la Presencia de Dios.

Lo que aprendas de Dios en tu juventud no te lo olvidas jamás. Por eso aprovecha el tiempo para escucharle a El en oración y lectura de la Biblia. Esto te hará sabio. En la vida te ira bien. Serás una persona feliz. Su Palabra dice: “…y de Cristo, en quien están escondidos TODOS los tesoros de la sabiduría y del conocimiento”. Col. 2:3

Necesitamos sabiduría de Dios para organizar nuestros tiempos, para hablar, para decidir, para actuar, para razonar….y para todo lo que incluye nuestra vida. Pidámosle a Dios… el lo quiere así para nosotros, solo debemos quererlo para nosotros mismos y trabajar en ese sentido!

La carta se la deje a mi esposo sobre la almohada porque el estaba en otra actividad y yo estaba lo suficientemente cansada como para esperarlo despierta… de hecho, el llegó tan cansado que la leyó recién la mañana siguiente! …. ¡Que Dios te bendiga!

por Ceci para generacionplus.com

No hay comentarios.:

 
 
Powered by Blogger.
Esta página se ve realmente bien en Mozilla Firefox y con una resolución de al menos 1024 x 768px.